La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Guadalajara ha acordado este martes conceder la licencia de obra e instalación para el llamado «Centro Europeo de Rehabilitación Neurológica NIPACE», que se habrá de ubicar en una parcela de titularidad municipal y cedida por el Ayuntamiento para este fin en la en avenida de la Salinera, con esquina a la calle de la Barca
Este nuevo centro de rehabilitación neurológica contará con una superficie de cerca de 6.300 metros cuadrados y será construido en una parcela de 9.600 metros cuadrados.
La cesión fue acordada con Alberto Rojo como alcalde, en 2022. «Se trata de una parcela de 9.278, 81 metros cuadrados, cuyo uso estaba destinado a ser deportivo, pero con este acuerdo plenario pasará a tener un uso dotacional sanitario asistencial», explicaba Rafael Pérez Borda, por entonces primer teniente alcalde del Ayuntamiento de Guadalajara.
Cabe recordar que esta parcela cuenta con un valor catastral de 3 millones de euros, con lo que su valor de mercado tiene que ser necesariamente muy superior. Es «una gran demostración del compromiso que tiene este equipo de Gobierno y el Ayuntamiento de Guadalajara con Fundación Nipace», señala el propio Pérez Borda, quien sostiene que «nuestra ciudad es referente nacional e internacional en terapias destinadas a pacientes con parálisis cerebral y nuestro deseo es que siga siendo así».
El primer paso se dio en septiembre de 2022 y fue el alcalde de Guadalajara quien lo protagonizó. Entonces, Alberto Rojo se mostraba confiado en que «antes de fin de año» esté todo listo para que esta fundación pudiera empezar a construir. Tres años más tarde aún no ha llegado ese momento.
Con apoyo de la Junta, prevé Rebollo
Ramón Rebollo, responsable de Nipace, agradecía entonces el apoyo recibido por las distintas administraciones para llevar adelante un proyecto del que ha dicho que también ha hablado ya con el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, para abordarlo y que cree que «lleva muy buen camino». «Estamos muy ilusionados porque todos se han subido al barco», abundaba Rebollo.